El duelo durante las fiestas de fin de año

La navidad y el fin de año son celebraciones que suelen unir a la familia y brindarnos momentos memorables, pero ¿qué pasa cuando nos toca vivir estas fechas con la ausencia de un ser querido o lidiando con alguna enfermedad terminal?

La época decembrina nos confronta con nuestra idea de un pasado estable, alegre y armónico, que tal vez hoy ya no existe, pues estamos transitando por una enfermedad o pérdida que nos llenan de incertidumbre, tristeza y frustración.

¿Qué puedes hacer para transitar por estos días difíciles?

La enfermedad o pérdida de un ser querido afecta las ganas que tenemos de celebrar las fiestas de fin de año y debemos aceptar que las cosas tal vez no volverán a ser como antes, pero sí podemos adaptarnos para pasarla lo mejor posible.

1.- Evita quedarte en cama y aislarte.

Es difícil convivir cuando no tenemos ganas de nada, pero la vida sigue y la mejor manera de honrar la vida, la salud y la existencia de nuestros seres queridos, es buscar la manera de regalarles un poco de nuestro tiempo.
Recurre a tu red de apoyo, no tiene que ser tu familia, pueden ser amigos, vecinos o compañeros de trabajo. Exprésales la situación y compárteles tus inquietudes para que puedan organizar junto contigo un momento con las características adecuadas.
Esto tal vez implique modificar los horarios para celebrar más temprano, hacer un menú especial si hay alguien enfermo, hacer una dinámica bonita en la que nos digamos cosas importantes o en la que recordemos con alegría a alguien que marcó nuestra vida y hoy ya no está.

2.- Las oleadas de emociones son normales
El perder la salud o a un ser querido significan una montaña rusa de emociones que todos procesan de diferente manera. Por momentos la persona o sus familiares estarán tranquilos y por otros, sentirán tristeza o mucha frustración. No te juzgues a ti ni a los demás, se comprensivo y respetuoso con quien lo está viviendo y no te tomes nada personal. Habrá quien durante estas fechas parezca indiferente, quien esté enojado o quien esté evidentemente triste. La compañía amorosa y la escucha sincera será de gran ayuda para mitigar y suavizar esas emociones.

3.- Honra a la persona que está enferma o que ya no está contigo.
Dedica una actividad, comida o tradición para reconocer todo lo bueno en ella. Escuchen música significativa, canten, compartan anécdotas de los buenos tiempos. Si la persona aún está, no pierdas tiempo de decirle personalmente lo mucho que la quieres y todo lo que significa para ti, y si ya no está, también díselo. Te hará sentir bien.

4. No te aferres al pasado, deja que la vida fluya.
La vida es cambiante y todo muta constantemente. La enfermedad y la pérdida serán situaciones que todos viviremos en diferente momento y debemos estar conscientes de esto para no aferrarnos al ideal de salud eterna e inmortalidad.
Habla sobre tus miedos, sobre tus necesidades y toma los recuerdos no como vehículos para acrecentar el dolor, sino como herramientas para convertir el dolor en agradecimiento por lo que sí fue mientras todo estaba bien. Celebra los momentos compartidos y todo lo bueno que ocurre dentro del contexto actual, por pequeño que sea.

5.- Pide ayuda
Transitar por un duelo es ya de por sí difícil. Pide ayuda para las actividades que sean demasiado para ti, ya que planificar temas de alimentación, organización e incluso higiene puede ser abrumador.
No hay prisas, no hay expectativas que llenar. Pide ayuda y utiliza el tiempo para hacer lo necesario para estar bien.
Tu rutina de alimentación, sueño y ejercicio seguramente estén alteradas y eso sólo eleva tu nivel de estrés y dificulta la forma de procesar las emociones.
Elimina los alimentos procesados, las azúcares refinadas, consume más frutas y verduras, sal a caminar, haz algo de ejercicio, medita, inscríbete en una clase de yoga, platica con un buen amigo. Si tú estás bien, podrás llevar un duelo sano y equilibrado.
Si crees que no puedes con el dolor, la ansiedad y la incertidumbre, acude a profesionales como tanatólogos, psicólogos o psiquiatras para recibir orientación.

6.- Agradece y da
Suena complicado agradecer la enfermedad o la ausencia de un ser querido, pero en la gratitud de las pequeñas cosas del día a día, encontramos poco a poco paz y una visión positiva de la vida. Agradece los medicamentos, agradece la unión familiar, la atención médica,  los buenos recuerdos, los tiempos de salud, la vida, y apenas puedas «da». Regálale amor, tiempo y lo que tú consideres a otra persona que lo necesite. Notarás cómo al compartir y dar, sientes una satisfacción que cura heridas y sana al alma. Transforma tu dolor en amor para otros.

No existen soluciones ni recetas para transitar por estas fiestas sin sentir ningún tipo de tristeza o dolor, pero sí podemos elegir entre crecer con esta experiencia y elegir el amor, o caer en la desesperanza y la ira que únicamente nos mantendrán en un estado emocional dañino.
Quizás no podemos cambiar las situaciones pero sí podemos cambiar y transformar la manera en la que reaccionamos a ellas.
Que tú y tu familia encuentren fortaleza, paz y consuelo en estas fechas y descubran el amor en las pequeñas cosas de la vida.

Dr. Isaac Labra Salgado | Urología + Urología oncológica + Especialista en biopsia de próstata
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